El acuerdo, revelado por W Radio, establece una zona económica especial que inicialmente abarcará los estados venezolanos de Táchira y Zulia y el departamento colombiano de Norte de Santander, aunque el dictador Nicolás Maduro mencionó que podría extenderse a Cesar, La Guajira, Arauca, Guainía y Vichada. El memorando, que no crea obligaciones vinculantes bajo el derecho internacional o nacional, propone fortalecer la cooperación en sectores como café, cacao y ganadería. Sin embargo, la falta de transparencia inicial y la naturaleza del régimen venezolano han suscitado serias preocupaciones. El expresidente Álvaro Uribe calificó la zona como “el avance de una Cuba grande” y una entrega de la soberanía a la “tiranía de Maduro”, acusando al gobierno venezolano de patrocinar terroristas. Analistas como los de La Silla Vacía advierten que el principal beneficiado podría ser el ELN, guerrilla que ya ejerce un control de facto en la frontera y se ha fortalecido como un actor armado binacional. El presidente Gustavo Petro defendió el acuerdo, afirmando que “no es entregar la soberanía de la Patria” y que busca contrarrestar el dominio de las mafias que surgieron tras la ruptura de relaciones. El Congreso ya ha citado a los ministros de Defensa, Comercio y Relaciones Exteriores a un debate de control político para que expliquen el marco legal, cronograma y presupuesto de la iniciativa.
