Según fuentes cercanas al Gobierno, entre los ministros cuya permanencia está en duda se encuentran Carlos Rosero (Igualdad) y Lena Estrada (Ambiente), quienes habrían recibido cuestionamientos directos del presidente. También se especula sobre un posible enroque que movería a Armando Benedetti del Ministerio del Interior a la Cancillería y a Guillermo Alfonso Jaramillo de la cartera de Salud a la del Interior. Una investigación de La Silla Vacía reveló que los constantes cambios de gabinete tienen un costo fiscal significativo, estimando que se han dejado de ejecutar 5.8 billones de pesos debido a la parálisis administrativa que generan las transiciones. Cada cambio de ministro, según el análisis, reduce la ejecución mensual de la cartera en un promedio del 4.3%. Esta inestabilidad afecta la continuidad de los programas y la implementación del Plan de Desarrollo, un factor que será evaluado por el electorado en 2026. Mientras algunos funcionarios intentan mostrar resultados de última hora para asegurar su permanencia, el ambiente en el gabinete es de vulnerabilidad, ya que pocos tienen acceso directo al presidente para defender su gestión.
