La tensión escaló con un cruce de cartas entre Uribe Londoño y el director del partido, Gabriel Vallejo, quien cuestionó si la campaña de Uribe había contactado previamente a la encuestadora. María Fernanda Cabal calificó las acciones de Uribe Londoño como un intento de “socavar la confianza” en las estructuras del partido. A pesar de que el partido emitió un comunicado defendiendo la transparencia del proceso, la crisis ha dejado al uribismo sin una firma encuestadora definida y ha expuesto una fractura interna que amenaza la unidad de cara a las elecciones. Se ha revelado además que, independientemente del resultado de la encuesta, la decisión final podría recaer en el expresidente Álvaro Uribe y el director del partido.