Esta maniobra ha sido recibida con inconformismo por parte del sector de Cepeda, quien denunció “presiones de fuerzas petristas” y advirtió sobre influencias que buscan dividir al partido. A pesar de la tensión, Cepeda ha ratificado que seguirá adelante con su aspiración y dará la batalla interna. Por su parte, Felipe Córdoba agradeció y aceptó la “honrosa invitación” del partido, oficializando su entrada en la carrera. Con esta ampliación, la competencia por la candidatura presidencial conservadora se intensifica, enfrentando ahora a tres figuras en un escenario de crecientes divisiones.