La reacción del Gobierno fue contundente.

El presidente Petro criticó el fallo, afirmando que “suspender un sistema preventivo en un país es ir contra la vida humana”. Por su parte, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, calificó la decisión de “inadmisible”, pero aseguró que será acatada, aunque insistió en que “el cambio continúa”. En contraste, la oposición y gremios como la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi) celebraron la medida, calificándola como una “victoria institucional” que protege el Estado de Derecho y da tranquilidad a los pacientes.