A pesar de la aprobación, el presupuesto enfrenta críticas por un déficit de $16,3 billones que el Gobierno espera cubrir con una nueva ley de financiamiento o reforma tributaria, la cual aún no ha iniciado su debate. La oposición, a través de senadores como Efraín Cepeda, ha calificado el presupuesto como "desfinanciado" y ha cuestionado el aumento de recursos para entidades como el DAPRE y la Procuraduría, mientras se recortan fondos para la Defensoría del Pueblo. Por su parte, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, y el ministro del Interior, Armando Benedetti, celebraron la aprobación como una muestra de que la coalición de gobierno es "fuerte".