El panorama político del departamento se ha tornado complejo y refleja las divisiones nacionales. En un movimiento inusual, un sector del Centro Democrático en el Magdalena, a pesar de su declarada oposición al petrismo a nivel nacional, ha terminado respaldando electoralmente al candidato del Pacto Histórico. Esta situación ha sido descrita como una muestra de cómo las lealtades políticas en la región a menudo dependen más del acceso al poder que de la coherencia ideológica, evidenciando que la maquinaria local del uribismo estaría actuando como una "franquicia" al servicio de intereses que contradicen la línea del partido. La contienda atípica, por tanto, no solo definirá al próximo gobernador, sino que también pondrá a prueba la cohesión de las fuerzas políticas tradicionales en un escenario de alianzas pragmáticas y realineamientos estratégicos.