La contienda, que inicialmente contaba con nueve aspirantes, se redujo a tres tras la renuncia de figuras como Gustavo Bolívar, María José Pizarro y Susana Muhamad, quienes decidieron unificar su apoyo en torno al senador Iván Cepeda. La consulta misma llegó a ser suspendida por el Comité Político del Pacto, pero fue revivida por la presión directa del presidente Gustavo Petro, quien desde Nueva York habló de "traición" y exigió que la candidatura se definiera en las urnas. La controversia principal gira en torno a la participación del exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, cuya candidatura ha sido resistida por sectores que lo consideran ajeno a las ideas progresistas y lo señalan por enfrentar imputaciones por corrupción. Gustavo Bolívar fue enfático en su rechazo: “La consulta del 26 de octubre no es una consulta de la izquierda. Es una avanzada del Frente Amplio.

Consulta de la izquierda es la que teníamos antes de que nos dinamitaran el proceso con alguien que no representa las ideas progresistas”.

Por su parte, Quintero ha defendido su lealtad al presidente y ha propuesto una constituyente para “resetear la política”.

La exministra Carolina Corcho se mantiene como una tercera opción, buscando consolidarse como una alternativa de las bases de la izquierda.

El resultado de esta consulta no solo definirá un candidato, sino que pondrá a prueba la cohesión del proyecto político que busca un segundo mandato.