Los precandidatos presidenciales que optaron por el mecanismo de recolección de firmas enfrentan una carrera contrarreloj para validar sus aspiraciones. El próximo 17 de diciembre de 2025 vence el plazo establecido por la Registraduría Nacional para la entrega de los apoyos ciudadanos necesarios para poder inscribirse en la contienda de 2026. Este mecanismo se ha convertido en una vía popular para aspirantes independientes o de movimientos que buscan desmarcarse de los partidos tradicionales. Figuras como David Luna, Claudia López, Mauricio Lizcano, Vicky Dávila, Abelardo de la Espriella, Mauricio Cárdenas y Juan Daniel Oviedo se encuentran en pleno proceso de recolección de los más de 630.000 apoyos válidos que exige la ley. La tarea es ardua, ya que, como se menciona en los artículos, la Registraduría suele invalidar más del 40% de las firmas presentadas, lo que obliga a las campañas a recolectar un número significativamente mayor. El precandidato David Luna, por ejemplo, anunció haber alcanzado 720.000 firmas, pero aseguró que seguirá en las calles “porque queremos ir sobre seguro”.
Esta fecha límite funciona como el primer gran filtro en un campo de más de cien aspirantes, separando a aquellos con la capacidad logística y el respaldo ciudadano para continuar en la carrera. El éxito en esta etapa no solo define la viabilidad de las candidaturas, sino que también comienza a delinear posibles alianzas y coaliciones de cara a las consultas interpartidistas de marzo de 2026, reconfigurando el panorama político antes de la primera vuelta presidencial.
En resumenEl 17 de diciembre de 2025 es la fecha límite para que los precandidatos presidenciales que se postulan por firmas, como David Luna y Claudia López, entreguen sus apoyos a la Registraduría. Este plazo es un filtro crucial en la carrera hacia las elecciones de 2026, pues definirá qué aspirantes independientes logran validar su candidatura y continúan en la contienda.