Esta intervención forzó la reactivación del proceso, pero con una baraja reducida a tres aspirantes: Quintero, la exministra Carolina Corcho y el senador Iván Cepeda.

Como reacción, figuras prominentes como Gustavo Bolívar, María José Pizarro y Susana Muhamad retiraron sus precandidaturas para unificar su apoyo en torno a Cepeda, formando un bloque para contrarrestar a Quintero.

Bolívar justificó su decisión declarando: “Hay una pequeña posibilidad de que el candidato Daniel Quintero gane y yo me vea obligado a trabajar por una candidatura en la que no creo, con muchas incoherencias y sombras”. Así, la consulta no solo definirá un nombre, sino que medirá las fuerzas y la cohesión de un movimiento que enfrenta el dilema entre pragmatismo y pureza ideológica.