El sistema propuesto asignaría un puntaje inicial a cada conductor, el cual disminuiría con cada infracción de tránsito cometida.
Los conductores de vehículos particulares comenzarían con 25 puntos, mientras que los de transporte público y de carga recibirían 40 puntos, reconociendo su mayor responsabilidad en las vías. La pérdida de puntos dependerá de la gravedad de la falta, según el Código Nacional de Tránsito, y podría llevar a la suspensión progresiva de la licencia por periodos de nueve meses hasta cinco años.
El proyecto también contempla mecanismos para recuperar puntos. Los conductores podrían asistir a cursos autorizados para recuperar hasta la mitad de los puntos perdidos por faltas leves.
Además, un buen comportamiento vial durante 18 meses permitiría solicitar la recuperación de una licencia suspendida, y tras dos años sin infracciones, el puntaje se recargaría automáticamente, incluso con un bono de dos puntos adicionales. La aprobación final de este proyecto en el Senado marcaría una transformación significativa en la forma en que se sancionan las infracciones de tránsito en el país.