El caso representa un giro drástico en un proceso que el propio senador inició en 2023 contra el entonces presidente del Congreso, Roy Barreras, por supuesta corrupción. La controversia comenzó cuando Hernández denunció a Barreras por presuntas irregularidades en un contrato del Canal del Congreso con la empresa Dicitec. Sin embargo, durante la investigación, varios de los testigos presentados por el senador Hernández declararon ante la Corte que este les habría ofrecido beneficios a cambio de testificar en contra de Barreras. Testigos como Kilian Torres Rojas, camarógrafo del Canal Congreso, y Jhon Jairo Uribe Muñoz, asesor de Barreras, afirmaron que Hernández les prometió desde mantener su salario sin trabajar hasta gestionar un asilo en el exterior. El magistrado ponente, Francisco Farfán, calificó estas declaraciones como de “suma gravedad” y señaló que, de ser ciertas, “Roy Barreras sería víctima de un delito promovido por Pulido Hernández”. Por su parte, Jota Pe Hernández ha negado categóricamente las acusaciones, calificándolas de un “montaje” orquestado por Barreras.
“Son tres intentos de Roy Barreras de enfrentarnos en la justicia y ya hemos tenido dos victorias.
(…) En ningún momento hemos manipulado ningún testigo, estamos tranquilos”, aseguró el senador, anticipando que esta será su “tercera victoria” y que denunciará a Barreras por falsa denuncia.