El exsubdirector de Manejo de Desastres de la UNGRD, Sneyder Pinilla, iniciará una serie de declaraciones juramentadas ante la Corte Suprema de Justicia entre el 25 de agosto y el primero de septiembre. Su testimonio es crucial para esclarecer la presunta red de corrupción que desvió millonarios recursos de la entidad y que involucra a congresistas y altos funcionarios del gobierno.Las audiencias de Pinilla, programadas para ser presenciales, se llevarán a cabo ante los despachos de los magistrados Cristina Lombana y Misael Rodríguez. La magistrada Lombana investiga al senador Julio Elías Chagüi, del Partido de la U, y a la senadora Martha Peralta, del Pacto Histórico. Según la Fiscalía, Chagüi se habría beneficiado del direccionamiento de contratos por 35.000 millones de pesos en Sahagún (Córdoba), tras una reunión entre el exdirector de la UNGRD, Olmedo López, y el exministro del Interior, Luis Fernando Velasco. Por su parte, a Peralta se le relaciona con un contrato de 2.210 millones de pesos para el mantenimiento de pozos de agua en La Guajira, y registros de la entidad muestran que visitó la UNGRD acompañada del representante legal de la empresa que posteriormente obtuvo el contrato. El magistrado Misael Rodríguez, por otro lado, investiga al representante Julián Peinado del Partido Liberal y a seis miembros de la Comisión de Crédito Público del Congreso.
El testimonio de Pinilla es considerado fundamental en estas pesquisas.
Su colaboración se produce después de que un juez aprobara un principio de oportunidad que le concede inmunidad parcial a cambio de testificar contra al menos 23 personas, y tras haber sido condenado en abril por concierto para delinquir y peculado por apropiación.
Sus declaraciones ya fueron clave para la detención del expresidente del Senado, Iván Name, y del expresidente de la Cámara, Andrés Calle.
En resumenEl testimonio de Sneyder Pinilla ante la Corte Suprema es un evento determinante en el escándalo de la UNGRD. Sus declaraciones podrían definir el futuro judicial de ocho congresistas y otros altos funcionarios, consolidándose como una pieza clave para desmantelar una de las redes de corrupción más complejas del gobierno actual. La colaboración de Pinilla, a cambio de inmunidad parcial, pone a prueba la capacidad de la justicia para sancionar la corrupción en las altas esferas del poder.