Por su parte, Lidio García fue enfático al exigir garantías, declarando: “La gran urgencia de la democracia es hoy la seguridad.

No permitiremos que estos hechos se normalicen”. El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, anunció que se revisarán los diagnósticos de riesgo y se reforzarán los esquemas de seguridad, como el del representante Triana. La cumbre se perfila como un escenario crucial para definir la respuesta del Estado ante una escalada de violencia que amenaza la integridad del proceso democrático y revive los temores de épocas pasadas de magnicidios en el país.