Las autoridades investigan el crimen como un posible feminicidio, ya que el principal sospechoso es su expareja sentimental.

La víctima, cuya identidad no fue revelada en todos los artículos, fue agredida con un objeto cortopunzante.

Según las primeras informaciones, el ataque se habría producido tras una fuerte discusión con su expareja.

Este homicidio eleva a 15 el número de líderes y lideresas sociales asesinados en el Valle del Cauca en lo que va del año, una cifra que evidencia la persistente violencia contra quienes defienden los derechos humanos y comunitarios en la región. El caso resalta la doble vulnerabilidad que enfrentan muchas mujeres en zonas de conflicto: por un lado, el riesgo asociado a su labor de liderazgo y, por otro, la violencia de género en su entorno personal. Las autoridades han iniciado las investigaciones correspondientes para esclarecer los móviles del crimen y dar con el paradero del responsable, mientras que organizaciones sociales y de derechos humanos han condenado el hecho y exigido justicia.