Un conductor, identificado como Mauricio Cendales Parra, falleció tras ser linchado por una turba de motociclistas en la localidad de Kennedy, Bogotá, luego de atropellar a varias personas. Este acto de justicia por mano propia ha generado un intenso debate sobre la intolerancia, la seguridad vial y la salud mental, ya que familiares alegan que el hombre sufría de trastornos psiquiátricos. El incidente, ocurrido la noche del 11 de noviembre, comenzó cuando Cendales Parra, de 39 años, atropelló a un motociclista en la Avenida de las Américas y emprendió la huida. Esto desató una persecución por parte de otros motociclistas que culminó en los barrios El Tintal y Techo, donde, tras chocar contra una caseta, fue rodeado por una multitud de aproximadamente 30 personas.
Videos de seguridad muestran cómo la turba lo sacó a la fuerza de su camioneta azul y lo agredió brutalmente con cascos, palos y piedras. A pesar de la intervención de un policía que intentó protegerlo, la violencia fue incontenible. Cendales fue trasladado a un centro asistencial, donde falleció debido a la gravedad de las heridas. La familia del fallecido ha revelado que este padecía de depresión y ansiedad, y que un día antes habían solicitado ayuda a la policía para internarlo en una clínica psiquiátrica. Su sobrino, Francilides Rodríguez, afirmó que su tío “padecía episodios de agresividad contínuos” y negó que estuviera bajo los efectos del alcohol. Por otro lado, se conoció que Cendales tenía un historial de infracciones de tránsito que superaban los dos millones de pesos.
El alcalde Carlos Fernando Galán condenó el linchamiento, enfatizando que “nada justifica un linchamiento”.
Las autoridades han identificado a cuatro de los presuntos agresores y continúan la investigación para llevarlos ante la justicia.
En resumenEl linchamiento de Mauricio Cendales en Bogotá, tras una serie de atropellos, ha puesto de manifiesto la peligrosa escalada de la justicia por mano propia. Mientras las autoridades buscan a los responsables de la golpiza mortal, el caso también ha abierto un debate sobre las fallas en el sistema de salud mental y la creciente intolerancia en la sociedad, complejizando la narrativa de un simple acto de venganza.