Una familia que viajaba por una zona rural de Silvania, Cundinamarca, fue víctima de una creciente súbita de la quebrada Yayata, que arrastró su vehículo y provocó la muerte de una persona, la desaparición de tres más y dejó una única sobreviviente. El suceso ha conmocionado a la región y ha puesto en alerta a las autoridades sobre los riesgos de la fuerte temporada invernal.\n\nLa familia Villota Escandón, oriunda de Mocoa, Putumayo, se desplazaba en un Nissan Sentra desde Tibacuy hacia Bogotá cuando fue sorprendida por la fuerza de la corriente en el puente de la vereda El Hato. El conductor, Segundo Miguel Villota, de 69 años, fue encontrado sin vida.
Su nieta, Sara Valentina, logró salir del vehículo y es la única sobreviviente hasta el momento.
Las autoridades continúan la búsqueda de Ana Lucía Villota, de 45 años, Teresa Escandón y Manuela Sofía Villota, quienes permanecen desaparecidas. La familia se dirigía a la capital tras visitar un refugio de animales que habían fundado en honor a otra hija, fallecida de cáncer y que dedicaba su vida a rescatar perros. Miguel Villota Escandón, hijo de las víctimas, relató que “este fin de semana, como muchos otros, fueron al refugio a ver cómo estaban los animalitos”.
La emergencia también afectó a la comunidad local, con al menos cinco viviendas destruidas y 60 personas damnificadas en el barrio Villa Esperanza.
El alcalde de Silvania, José Ricardo Pulido, instaló un Puesto de Mando Unificado y solicitó recursos a nivel departamental y nacional para la reubicación de 17 familias en riesgo. En las labores de búsqueda participan unidades de rescate de varios municipios y se están utilizando drones para sobrevolar zonas de difícil acceso.
En resumenLa creciente súbita en Silvania no solo causó una tragedia familiar con múltiples víctimas, sino que también evidenció la vulnerabilidad de las comunidades rurales ante los fenómenos climáticos extremos. La noble causa del viaje de la familia Villota Escandón añade un elemento conmovedor al suceso, mientras las autoridades locales enfrentan el desafío de buscar a los desaparecidos y atender a las decenas de damnificados por las inundaciones.