Una adolescente de 15 años, Karol Estefanía Arturo Torres, falleció tras ser una de las once personas atropelladas por un taxista en estado de embriaguez en la localidad de San Cristóbal, Bogotá. La tragedia ha generado una fuerte indignación pública y ha puesto de relieve la persistente problemática de la conducción bajo los efectos del alcohol en el país. El siniestro ocurrió la noche del 8 de noviembre, cuando el conductor José Eduardo Chalá Franco, de 56 años, perdió el control de su vehículo y arrolló a un grupo de personas. Las pruebas de alcoholemia confirmaron que presentaba grado tres de embriaguez.
Entre los heridos se encontraban cuatro menores, siendo Karol Estefanía y su hermano de 7 años, Juan Martín, los más afectados.
La joven fue trasladada al Hospital Santa Clara, donde permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos con diagnóstico de muerte cerebral hasta su fallecimiento el 11 de noviembre debido a un paro cardiorrespiratorio.
Su hermano continúa en estado crítico, en coma inducido para protección neurológica. El conductor fue capturado y un juez le dictó medida de aseguramiento en centro carcelario tras aceptar los cargos de homicidio en grado de tentativa y lesiones personales dolosas.
Con la muerte de Karol, la Fiscalía modificará la imputación a homicidio agravado, lo que podría aumentar significativamente su condena. El alcalde Carlos Fernando Galán lamentó el suceso y aseguró que “este hecho de irresponsabilidad vial” no quedará impune, mientras la comunidad realizó una velatón en las afueras del hospital en memoria de la joven y en oración por la recuperación de su hermano.
En resumenEl fallecimiento de Karol Estefanía Arturo Torres ha conmocionado a Bogotá y ha intensificado el clamor por sanciones más severas contra los conductores ebrios. El caso del taxista José Eduardo Chalá Franco, quien aceptó los cargos y enfrenta un proceso por homicidio agravado, subraya la necesidad de reforzar los controles y la cultura vial para prevenir tragedias evitables. La comunidad sigue en vilo por la salud del hermano menor de la víctima, quien permanece en estado crítico.