La extracción del cadáver presentó dificultades significativas debido a lo inaccesible del terreno, requiriendo la coordinación para el uso de un helicóptero. El sacrificio del subteniente Rozo ha sido destacado como un acto heroico, y su muerte ha generado un profundo pesar entre sus compañeros y en la comunidad, poniendo de relieve los peligros a los que se enfrentan los socorristas en el cumplimiento de su deber.