Mientras informes iniciales sugieren una intoxicación como causa de la muerte, su familia sostiene que fue envenenado deliberadamente durante una fiesta junto a sus compañeros de equipo. Jarillo viajó a Medellín el 8 de octubre de 2025 para participar en un torneo internacional con su equipo, San Andrés. Su madre, Juanita Aurora Ramírez Hernández, perdió contacto con él el 10 de octubre y días después fue informada de su fallecimiento. Según las declaraciones de la madre, todo el equipo fue drogado durante una fiesta, pero solo Marco Antonio falleció.

Compañeros sobrevivientes han acusado a mujeres que conocieron en el evento.

La familia del joven ha expresado su preocupación de que las autoridades colombianas planeen entregar solo sus cenizas en lugar del cuerpo completo, lo que ha aumentado su desconfianza. Para presionar a las autoridades y exigir la repatriación del cuerpo para una investigación exhaustiva en México, la familia realizó una protesta bloqueando una importante vía en Ciudad de México. Las autoridades colombianas han iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte, analizando posibles sustancias en su organismo para determinar si se trató de un acto criminal.