Ramírez Bayona, quien según versiones preliminares custodiaba el depósito, sufrió quemaduras en más del 90% de su cuerpo. De los otros ocho heridos, tres permanecen en estado crítico en el Hospital Emiro Quintero Cañizares de Ocaña, Norte de Santander, y otros centros de salud de mayor complejidad, a donde fueron trasladados debido a la gravedad de sus lesiones. El hospital de Ocaña tuvo que activar un plan de contingencia para atender la llegada simultánea de los nueve heridos. El secretario de Gobierno del Cesar, Eduardo Esquivel, informó que, aunque las causas del incendio están bajo investigación, se presume que el combustible era almacenado para ser transportado a Norte de Santander con fines ilícitos, posiblemente relacionados con el procesamiento de cocaína. Las autoridades continúan con las labores de investigación y control en la zona, donde se sospecha que operan otros puntos clandestinos de almacenamiento de combustible vinculados a actividades ilegales.