Según su esposa, Sandra Patricia Avilés Londoño, delincuentes en dos motocicletas intentaron atracar a unos familiares que salían del lugar.
Al escuchar los gritos de su hermana, Helver “sale corriendo y en el momento que las motos ya van pasando, yo lo llamo, pero él no me acata, se va contra las motos y ahí es donde le dan el disparo”.
Fue impactado en la frente y trasladado a la Clínica Uros, donde luchó por su vida durante tres días.
Tras ser diagnosticado con muerte cerebral, su familia decidió cumplir su voluntad de donar sus órganos. “Se hizo la donación de órganos porque ya se había hablado con él y eso era lo que él quería”, manifestó su esposa. Recordó que la decisión se tomó en conjunto con la familia de él, como un gesto que traería felicidad a otras personas. “Me parece un gesto bonito... va a ser feliz a una persona que lo necesita y él quería eso”, expresó.
Helver, trabajador de una joyería y miembro activo de la Junta de Acción Comunal del barrio ‘Carlos Pizarro’, fue recordado por su vocación de servicio social, un legado que trascendió con su muerte.










