En ambos casos, las autoridades investigan a sus parejas sentimentales como los principales sospechosos, enmarcando los crímenes como presuntos feminicidios.

El primer crimen se registró en el municipio de Tarazá, Antioquia, donde fue hallada sin vida Luz Dary Pino, lideresa comunitaria y defensora de los derechos de las mujeres rurales.

Según testigos, su pareja fue vista huyendo del lugar.

El mismo día, en el corregimiento de Torreidó, municipio de Medio Baudó, Chocó, fue asesinada con arma blanca Luz Eneida Hinestroza, conocida como Alexandra, mientras participaba en las fiestas patronales. Hinestroza era la representante legal de la Asociación de Mujeres Emprendedoras de Paz (Asomepaz) e integrante del Consejo Comunitario Mayor del Río Baudó.

Su presunto agresor, también su pareja, huyó tras el ataque.

El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) confirmó los asesinatos y recordó que en lo que va de 2025, más de 100 líderes y lideresas sociales han sido asesinados en Colombia. La Defensoría del Pueblo y ONU Mujeres Colombia condenaron los hechos, exigieron a las autoridades resultados en las investigaciones y acciones efectivas para prevenir la violencia que afecta a las mujeres en los territorios. Organizaciones feministas han solicitado que los casos se investiguen con celeridad bajo la figura de feminicidio.