Las autoridades capturaron a Rodríguez Castro metros más adelante del lugar del crimen.

Durante la audiencia, la Fiscalía le imputó los delitos de homicidio agravado y fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. A pesar de que el procesado no aceptó los cargos, el juez consideró que representaba “un peligro para la comunidad” y ordenó su reclusión. La principal hipótesis sobre el móvil del asesinato apunta a un ajuste de cuentas o una riña personal entre la víctima y su agresor. “Parece ser que estos hechos tienen que ver con ajustes de cuentas o una riña, una cosa muy personal entre estos individuos”, sostuvo Aguirre Trujillo.

El caso ha generado preocupación en la capital huilense por la violencia juvenil y el fácil acceso a armas de fuego.