Según el relato de su madre, Isabel Cristina Ortega, Lina acudió inicialmente a la clínica Cehoca, donde le diagnosticaron gastritis y fue dada de alta. Al no mejorar, fue llevada al Hospital Julio Méndez Barreneche, donde denuncian que esperó más de seis horas para ser atendida y, a pesar de su empeoramiento, el personal médico se mostró indiferente, lo que motivó a la familia a solicitar el retiro voluntario. Finalmente, la joven fue trasladada a la Clínica El Prado, donde su estado se agravó. La familia afirma que fue intubada y llevada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) sin su consentimiento. “Apagaron la vida de mi hija al realizarle un procedimiento que no autorizamos”, expresó la madre. Según su testimonio, el padre de Lina intentó oponerse a la intervención, pero fue sujetado por personal de seguridad mientras los médicos procedían, informando minutos después el deceso de la joven. Ante la confusión y las denuncias de presunta negligencia, la familia exigió que el levantamiento del cadáver fuera realizado por la Fiscalía, y ahora esperan los resultados de Medicina Legal para tener claridad sobre la causa exacta de la muerte.