El operativo se desarrolló en la vereda Bocas de Patía, donde 'Platanote' fue neutralizado junto a otros tres miembros de su estructura. Con una trayectoria delictiva de más de 35 años, este cabecilla había consolidado su poder en el Pacífico colombiano durante los últimos 18 años, controlando las rentas ilícitas provenientes del narcotráfico y la minería ilegal en las costas de los departamentos de Cauca y Nariño. Las autoridades lo responsabilizan de ordenar el reclutamiento forzado de menores, múltiples homicidios de líderes sociales, ataques contra la Fuerza Pública y enfrentamientos con el ELN por el control territorial. El Ministerio de Defensa calificó la operación como un "golpe al mando, las finanzas y la capacidad de expansión criminal" de esta organización, destacando que la muerte del cabecilla frena la expansión de sus actividades delictivas y previene el reclutamiento de jóvenes en la región. Sobre 'Platanote' pesaba una orden de captura por los delitos de desaparición forzada, desplazamiento forzado y concierto para delinquir, consolidando su perfil como uno de los objetivos de alto valor para las autoridades en el suroccidente del país.