El individuo era buscado con una circular roja de Interpol por delitos de asociación ilícita y secuestro. Según los informes, cuando los uniformados irrumpieron en el apartamento, Rojas Montán intentó descender desde el balcón del quinto piso hacia el cuarto, pero resbaló, cayó al vacío e impactó contra el pavimento, muriendo de forma instantánea. Su muerte fue descrita como el resultado de un "resbalón mal medido" en su intento desesperado por evadir a las autoridades.

Rojas Montán no estaba solo; en el mismo apartamento fueron capturados otros tres presuntos integrantes de la organización, también prófugos de la justicia chilena. Este grupo había sido liberado bajo fianza en Chile, una decisión que fue revocada un día después por la Corte de Apelaciones de La Serena, pero para entonces ya habían huido. La operación y su desenlace representan un golpe significativo a esta peligrosa estructura criminal y demuestran la efectividad de la cooperación policial internacional para combatir el crimen organizado en la región.