Según las primeras versiones, varios uniformados manipulaban una granada de 40 milímetros que detonó accidentalmente.

El soldado Jeider David Rojas Rojas, de 22 años, falleció de manera inmediata en el lugar de los hechos. Su compañero, Daniel Esteban Esquivel Martínez, oriundo de Tuchín (Córdoba), resultó gravemente herido y, a pesar de los esfuerzos médicos, falleció días después en el Hospital Regional de Aguachica.

Otros cinco soldados, identificados como Dawil Alberto Garay, Josué Alberto Vanegas Dávila, Andrés Estiven Peñaranda, Miguel Ángel Marín Caballero y Juan Esteban Ramírez Arana, también sufrieron heridas en la explosión y recibieron atención médica.

El Ejército Nacional lamentó el fallecimiento de los militares y envió una comisión interdisciplinaria al batallón para investigar las causas exactas de la tragedia y determinar responsabilidades. La noticia generó profundo luto en las comunidades de origen de los soldados, especialmente en el corregimiento de Cerro Vidales en Tuchín.