La víctima fatal fue identificada como Miguel Muñoz Llano, de 26 años, mientras que sus compañeros Jefferson Vásquez Páez y Carlos Martínez Navarrete resultaron heridos y fueron trasladados a centros hospitalarios.
El director del INPEC, teniente coronel Daniel Gutiérrez, condenó el hecho, calificándolo como un ataque “a quemarropa y de manera indiscriminada”.
Aunque señaló que a nivel nacional existen cerca de 200 amenazas contra funcionarios del instituto, las víctimas de este atentado no tenían amenazas directas conocidas.
El ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, calificó el suceso como un “acto de barbarie terrorista” y prometió que “el Estado responderá con firmeza”.
Las autoridades investigan la posible vinculación de bandas criminales como “Los Magos” y “La Inmaculada”. Por su parte, sindicatos del INPEC como la Organización de Servidores Penitenciarios (OSP) y el Sindicato de Empleados Unidos Penitenciarios (SEUP) denunciaron que habían advertido sobre los riesgos de seguridad en la zona desde hacía más de un año, especialmente tras la reapertura de una vía aledaña. Alderson Moreno, del SEUP, declaró: “Les manifestamos el peligro que corría el personal del cuerpo de custodia y vigilancia al tener que transitar por toda la carrera 56, donde hoy se presentan estos lamentables hechos”. Los gremios exigieron medidas urgentes como la implementación de vehículos blindados y esquemas de escoltas para proteger al personal.