Un presunto caso de feminicidio ha conmocionado al barrio La Manga en Barranquilla, donde Yolanda Estefany Arias Santos, una joven madre de 24 años, fue hallada sin vida en su cama. Su pareja sentimental, Jairo Samuel Páez Muñoz, fue capturado como principal sospechoso tras huir y dejar una carta en la que habría confesado el crimen, presuntamente motivado por celos. El cuerpo de Yolanda fue descubierto en la madrugada del domingo 28 de septiembre por su hermano, quien la encontró envuelta en una sábana y con una almohada sobre el rostro. Los médicos confirmaron que la causa de muerte fue asfixia mecánica.
La víctima, quien deja huérfana a una niña de 9 años, había estado en un asado familiar con su pareja horas antes del crimen. Familiares afirmaron que no existían antecedentes conocidos de violencia en la relación de dos años. Tras el asesinato, Páez huyó en la motocicleta de la víctima, la cual contaba con un sistema de rastreo GPS que permitió a la Policía Metropolitana de Barranquilla localizarlo en las playas de Salgar, en Puerto Colombia.
Al verse acorralado, intentó quitarse la vida lanzándose al mar, pero fue rescatado y puesto bajo custodia.
Durante la investigación, se encontró una carta en la que el presunto agresor pedía perdón y afirmaba: “no podía seguir aguantando más”. La misiva, dirigida a su familia, también incluía un mensaje para los seres queridos de Yolanda: “Que me perdonen, pero no podía seguir aguantando más, pude hasta aquí”.
En resumenEl asesinato de Yolanda Arias Santos es un trágico reflejo de la violencia de género que persiste en el país. El caso, que combina una presunta confesión escrita con una rápida captura gracias a la tecnología, deja a una menor huérfana y a una comunidad exigiendo justicia y medidas más efectivas para prevenir los feminicidios.