Las jóvenes fueron secuestradas, torturadas y asesinadas, en un crimen que las autoridades vinculan a una banda de narcotraficantes y que ha desatado masivas protestas exigiendo justicia. Las víctimas, dos de 20 años y una de 15, desaparecieron el 19 de septiembre tras subir a una camioneta en La Tablada, Buenos Aires. Sus cuerpos fueron encontrados días después en una vivienda en Florencio Varela. Las autopsias revelaron una brutalidad extrema: fueron torturadas, descuartizadas y una de ellas degollada. Según las investigaciones, parte del crimen fue transmitido en vivo a través de una cuenta privada de redes sociales para un grupo cerrado. La principal hipótesis apunta a una retaliación de una banda narco que opera en una villa popular de Buenos Aires.

El presunto autor intelectual fue identificado como Tony Janzen Valverde Victoriano, alias "Pequeño J", de 20 años, quien estaría intentando salir del país.

Ya hay varios detenidos por el caso, incluyendo a Lázaro Víctor Sotacuro, capturado en Bolivia. El triple feminicidio ha provocado una masiva respuesta social, con miles de personas marchando en Buenos Aires y otras ciudades bajo el lema "No hay víctimas buenas ni malas, hay femicidios", convocadas por el movimiento Ni Una Menos.

Los manifestantes exigen justicia y denuncian la falta de políticas públicas efectivas contra la violencia de género, en un país donde se registra un feminicidio cada 35 horas.