Sentía el estómago inflamado como si fuera a explotar”.

La investigación reveló que el licor se fabricaba en una vivienda del barrio Las Nieves, un predio administrado por la Sociedad de Activos Especiales (SAE) que había sido invadido. Irónicamente, el presunto fabricante y distribuidor, Nicolás Manuel Medrano, fue una de las primeras víctimas fatales tras consumir la bebida.

Las autoridades instalaron un Puesto de Mando Unificado (PMU) para monitorear la emergencia y han realizado allanamientos en los que se incautaron insumos para la fabricación del licor, que se vendía en botellas plásticas por cerca de 2.000 pesos.