Un presunto acto de intolerancia en el parqueadero del centro comercial Cañaveral de Pance, al sur de Cali, terminó en una balacera que dejó como saldo la muerte de Homero Geovanny Cadena Enríquez. El incidente ha generado pánico y ha puesto de relieve la creciente violencia en espacios públicos de la ciudad. El hecho ocurrió en la noche del martes 23 de septiembre, cuando Cadena Enríquez salía de hacer compras en un supermercado. Según el reporte de la Policía Metropolitana de Cali, se desató una riña que escaló rápidamente. La víctima, que se disponía a subir a una camioneta blanca de alta gama, fue atacada. El comandante de la Policía, Wilson Silva, informó que el hombre recibió disparos de un arma de fuego. Aunque algunas versiones iniciales apuntaban a un ataque sicarial, la hipótesis principal de las autoridades se inclina hacia un acto de intolerancia.
Tras el ataque, el agresor huyó del lugar en una motocicleta.
Las autoridades activaron un plan candado para localizar al responsable, mientras el cuerpo de la víctima fue trasladado a Medicina Legal. Este crimen se suma a las preocupantes cifras de violencia en la ciudad; según el Observatorio de Seguridad, hasta el 22 de septiembre de 2025 se habían registrado 725 homicidios en Cali, lo que evidencia la compleja situación de orden público que enfrenta la capital del Valle del Cauca.
En resumenEl tiroteo mortal de Homero Cadena Enríquez en un concurrido parqueadero de un centro comercial en Cali pone de manifiesto la alarmante normalización de la violencia armada en los espacios públicos. Ya sea el resultado de un ataque selectivo o de un acto de intolerancia, el incidente demuestra una peligrosa escalada en la que las disputas se resuelven a tiros. El caso se suma a las sombrías estadísticas de homicidios de Cali y refuerza la percepción de inseguridad de los ciudadanos.