Tras cometer el crimen, huyó del lugar en una motocicleta.

Las autoridades activaron un “plan candado” y lograron su captura horas más tarde en la vía Marginal, a la altura del corregimiento La Chaparrera.

Durante el procedimiento, el sujeto, que presentaba un hematoma y manchas de sangre, “manifestó que él ya sabía que lo estaban buscando por haber agredido a su pareja sentimental”. Aunque allegados señalaron que el presunto victimario no tenía antecedentes de violencia física, sí manifestaba constantes actitudes de celos y control hacia su pareja.

Este detalle ha sido destacado como una señal de alerta ignorada, que evidencia cómo la violencia psicológica puede escalar a agresiones letales. El caso se suma a otros feminicidios recientes en la región, lo que aumenta la preocupación por la seguridad de las mujeres en Casanare.