El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses concluyó que la muerte del exdiplomático y politólogo Nicolás Ávila Venegas, ocurrida el pasado 30 de agosto en Bogotá, fue causada por un trastorno cardíaco provocado por una "intoxicación con cocaína asociada a delirio hiperactivo con agitación severa". El dictamen clasifica la manera de muerte como violenta-accidental. El informe de necropsia, revelado por varios medios, detalla los eventos que precedieron al fallecimiento de Ávila, de 34 años. Según el documento, el exfuncionario "ingresó de manera violenta al restaurante del Hotel Morrison tras romper los vidrios externos". Debido a la agresividad que presentaba, fue reducido en el suelo por empleados del hotel, a quienes habría mordido.
Posteriormente, al llegar la Policía y colocarle las esposas, los agentes se percataron de que ya no tenía signos vitales, lo cual fue confirmado por personal de una ambulancia.
El análisis forense encontró múltiples lesiones contundentes en su cuerpo, como hematomas y abrasiones en rostro, cuello y espalda, pero determinó que estas "no son letales y corresponden a una dinámica de forcejeo y reducción".
La conclusión pericial reitera que el deceso se explica por el trastorno cardíaco secundario a la intoxicación, agravado por su estado de agitación. A pesar del dictamen, allegados a Ávila han cuestionado el procedimiento, preguntando por qué no recibió asistencia médica inmediata ante la evidente falla cardíaca.
En resumenLa causa de la muerte del exdiplomático Nicolás Ávila fue una intoxicación por cocaína que derivó en un trastorno cardíaco, según Medicina Legal. Aunque su cuerpo presentaba golpes por un forcejeo, estos no fueron letales; el caso fue clasificado como muerte violenta-accidental.