Posteriormente, al llegar la Policía y colocarle las esposas, los agentes se percataron de que ya no tenía signos vitales, lo cual fue confirmado por personal de una ambulancia.

El análisis forense encontró múltiples lesiones contundentes en su cuerpo, como hematomas y abrasiones en rostro, cuello y espalda, pero determinó que estas "no son letales y corresponden a una dinámica de forcejeo y reducción".

La conclusión pericial reitera que el deceso se explica por el trastorno cardíaco secundario a la intoxicación, agravado por su estado de agitación. A pesar del dictamen, allegados a Ávila han cuestionado el procedimiento, preguntando por qué no recibió asistencia médica inmediata ante la evidente falla cardíaca.