Las víctimas fueron identificadas como cuatro ciudadanos colombianos y tres extranjeros, entre ellos un menor de edad.

Los equipos de rescate, conformados por la Defensa Civil, la Agencia Nacional de Minería (ANM), bomberos y voluntarios, enfrentaron condiciones adversas debido a la inestabilidad del terreno y la acumulación de agua en el túnel. Según los socorristas, los cuerpos fueron encontrados juntos y la causa de muerte habría sido la asfixia por falta de oxígeno. El alcalde de Santander de Quilichao, Luis Eduardo Grijalba, lamentó el suceso y señaló que la mina operaba sin los permisos ambientales ni de seguridad requeridos. La emergencia también evidenció un problema social, ya que cientos de personas acudieron al lugar con la esperanza de encontrar oro entre los escombros, lo que requirió la intervención de las guardias comunitarias para mantener el orden y la seguridad en la zona.