La muerte de Ariana Sofía Lozada Ruiz, una niña de 11 años alcanzada por una bala perdida durante un ataque sicarial en Baranoa, Atlántico, ha sumido al municipio en el dolor y la indignación. Las autoridades han ofrecido una recompensa para capturar a los responsables de este hecho que evidencia la vulnerabilidad de la población civil ante la violencia criminal. El trágico suceso ocurrió en la noche del jueves en el barrio La Primavera. La menor se encontraba en la terraza de su casa participando en una videollamada con compañeros del colegio cuando fue impactada por un proyectil. El ataque, según las autoridades, iba dirigido contra dos hombres, Jaider Gómez Morales y José Carlos de la Hoz Rodríguez, quienes se movilizaban en un motocarro y resultaron heridos, permaneciendo en cuidados intensivos. Los sicarios, que también se transportaban en un motocarro, abrieron fuego contra ellos.
Uno de los hombres heridos buscó refugio frente a la vivienda de la niña, momento en que una de las balas la alcanzó. A pesar de ser trasladada de urgencia a un centro asistencial, la menor, hija de una reconocida médica del municipio, falleció a causa de la herida. El alcalde de Baranoa, Edinson Palma, expresó su consternación y reconoció la crisis de violencia que atraviesa el municipio por el microtráfico. “Baranoa está adolorida, triste e indignada por la pérdida de esta niña inocente”, manifestó. Las autoridades locales ofrecieron una recompensa de hasta 20 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables.
En resumenLa trágica muerte de Ariana Sofía Lozada Ruiz, de 11 años, víctima de una bala perdida en Baranoa, ha generado una fuerte reacción de la comunidad y las autoridades. El hecho, ocurrido durante un ataque sicarial, ha llevado a ofrecer una recompensa de 20 millones de pesos y pone de relieve la grave crisis de seguridad ligada al microtráfico en el municipio.