Durante más de una semana, organismos de socorro como la Defensa Civil, bomberos y técnicos de la Agencia Nacional de Minería, junto a miembros de la comunidad, trabajaron incesantemente con maquinaria especializada para remover la tierra y llegar hasta los mineros. La operación fue compleja debido a la profundidad, estimada entre 28 y 30 metros, y la presencia de agua acumulada en el túnel.
Finalmente, los cuerpos fueron encontrados juntos dentro del socavón.
Voceros de los organismos de socorro indicaron que la causa preliminar de la muerte habría sido la falta de oxígeno. El alcalde de Santander de Quilichao, Luis Eduardo Grijalba, lamentó la tragedia y señaló que “el tema de la minería es uno de los aspectos que se deben revisar por el Estado y las autoridades en el norte del Cauca”, no solo por los accidentes sino también por la violencia que genera en el territorio. La Guardia Cimarrona y la Guardia Indígena mantuvieron el control del área para garantizar la seguridad durante los procedimientos correspondientes.