Las víctimas fatales fueron identificadas como Édgar Darío Cárdenas Martínez, Juan Felipe Bernal, Andrés Organista, Alejandro Blanquicet, Sergio Zarta, Arcadio Antivia y José Rodríguez.
Según el informe del Cuerpo de Bomberos de Cundinamarca, los decesos no se produjeron por quemaduras directas, sino por complicaciones respiratorias severas debido a la inhalación de humo tóxico.
Otros siete reclusos permanecen hospitalizados, algunos en unidades de cuidados intensivos.
El gobernador Rey lamentó los hechos y afirmó: “Lamentamos informar que, pese a los esfuerzos del equipo médico del hospital San Rafael de Facatativá, en los últimos minutos falleció Edgar Darío Cárdenas Martínez”.
Ante la gravedad de la situación, la Procuraduría General de la Nación creó una comisión especial, encabezada por su delegado para los Derechos Humanos, para verificar lo sucedido y supervisar las condiciones de reclusión en la estación. La Fiscalía General de la Nación, por su parte, abrió una investigación para determinar las causas exactas del motín y establecer si hubo omisiones por parte de los uniformados que contribuyeran al desenlace fatal.