A pesar de su estado, su primer instinto fue proteger a su nieta, a quien entregó a un policía para que la pusiera a salvo, un momento que fue capturado en imágenes que se viralizaron rápidamente. Fue trasladada al Hospital Magdalena de las Salinas, donde luchó por su vida.
Su hermana, Sandra, informó a los medios que Alicia sufrió un infarto y, debido a su estado crítico, los médicos no pudieron reanimarla. La familia ha pedido que se respete su duelo y ha confirmado que, siguiendo su voluntad, sus restos serán cremados. Aunque la Secretaría de Salud de la Ciudad de México la había incluido por error en una lista de fallecidos previamente, su deceso se confirmó el viernes, elevando la cifra de víctimas mortales de la explosión. La historia de Alicia Matías Teodoro deja un legado de amor y sacrificio, siendo recordada como una mujer que, en su último acto, priorizó la vida de su nieta por encima de la suya.