En el momento del siniestro, se encontraba con su nieta Azuleth. Sin dudarlo, se arrojó sobre la niña para protegerla de las llamas, absorbiendo ella misma la mayor parte del impacto y sufriendo quemaduras en el 98 % de su cuerpo. Su historia se hizo viral a través de imágenes que la mostraban entregando a la niña a un policía antes de colapsar. Tras reportes iniciales erróneos sobre su muerte, la Secretaría de Salud de Ciudad de México aclaró el 12 de septiembre que se encontraba con vida, aunque en estado crítico. Sin embargo, la gravedad de sus heridas le provocó un infarto y falleció finalmente el viernes 12 de septiembre. Su funeral se llevó a cabo el sábado 13, y su hermana reveló que el último deseo de Alicia fue ser cremada.

La tragedia ha dejado un saldo total de al menos 13 fallecidos.