Días después, partes de su cuerpo fueron encontradas en el sector El Tulfor y en una alcantarilla del puente Lázaro. El dictamen de Medicina Legal estableció que el hombre fue sometido a golpes y lesiones con arma cortopunzante hasta causarle la muerte, para luego ser desmembrado y sacado de la vivienda en dos maletas. Además, la investigación reveló que la procesada se apoderó de la motocicleta de la víctima y la vendió por un millón de pesos. Por este caso, un fiscal le imputó los delitos de homicidio agravado y hurto calificado y agravado, y un juez le dictó medida de aseguramiento en centro carcelario.

Sin embargo, las evidencias recopiladas por la Fiscalía sugieren que este no fue un hecho aislado.

Las autoridades investigan la presunta participación de Mosquera en al menos otros dos crímenes similares ocurridos en los municipios de Pereira y Santuario, en Risaralda, donde las víctimas también habrían sido sus parejas sentimentales.

Adicionalmente, es señalada de un ataque con arma cortopunzante contra su propio hermano.

La mujer no aceptó los cargos durante la audiencia.