Su vida estuvo dedicada al servicio religioso desde su ordenación como sacerdote en 1956. Su formación académica incluyó una licenciatura en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, lo que lo consolidó como una autoridad en la materia en Colombia. Su trayectoria episcopal comenzó en 1972, cuando fue consagrado obispo de Armenia, liderando esa diócesis durante 14 años. En 1986, fue nombrado obispo de su natal Garzón, cargo que ocupó hasta su retiro en 2003. Incluso después de convertirse en obispo emérito, continuó su servicio como Vicario del Tribunal Eclesiástico Único de Apelación para Colombia. Además de su labor pastoral, fue un prolífico escritor y columnista en medios de comunicación nacionales como El Tiempo, El Espectador y LA NACIÓN. La Conferencia Episcopal de Colombia y la Diócesis de Garzón lamentaron profundamente su partida, recordándolo por su "compromiso con la Iglesia, su cercanía con los fieles y su incansable labor en favor de la paz, la justicia y el bienestar social". Sus exequias se realizaron en la Parroquia Cristo Rey en Bogotá, y se informó que sus restos reposarán en la Catedral de Garzón, su tierra natal.
