Su partida a los 91 años deja un profundo vacío en la comunidad religiosa y en la sociedad huilense, que lo recuerdan como un pastor sabio, un prolífico escritor y un pilar del derecho canónico en el país. Nacido en Garzón el 12 de noviembre de 1933, monseñor Ramírez inició su formación en el seminario local y la culminó con una licenciatura en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Fue ordenado sacerdote en 1956 y consagrado obispo en 1972, liderando la diócesis de Armenia durante 14 años. En 1986, fue nombrado obispo de su tierra natal, Garzón, cargo que ocupó hasta su retiro en 2003. Su liderazgo fue reconocido a nivel nacional e internacional, representando a Colombia en el Sínodo de Obispos de 1987. A pesar de su retiro, continuó su servicio como Vicario del Tribunal Eclesiástico Único de Apelación para Colombia. Además de su labor pastoral, fue un destacado escritor y columnista en medios nacionales como El Tiempo y LA NACIÓN. En una de sus últimas reflexiones, clamó por "la libertad del crimen" en Colombia y expresó su deseo de que el país superara la violencia. Su fallecimiento generó reacciones de pesar de la Conferencia Episcopal de Colombia y diversas figuras públicas. Sus exequias se realizaron en Bogotá y sus restos reposarán en la Catedral de Garzón, como fue su voluntad.