La joven Angie Sofía Polo Rivero, de 21 años, fue asesinada en un presunto caso de feminicidio en la vereda Chupa Chupa, Ciénaga de Oro (Córdoba). Su pareja, Juan David Mendoza, intentó suicidarse tras cometer el crimen y falleció horas después en un hospital, cerrando trágicamente un nuevo episodio de violencia de género en el departamento. El crimen, ocurrido el mediodía del 10 de septiembre, ha conmocionado a la comunidad, no solo por la violencia del acto, sino por los detalles macabros que lo rodearon. Según testigos y familiares, la víctima fue encontrada dentro de su vivienda con una Biblia entre sus manos, un detalle que ha profundizado el dolor de sus allegados.
Tras atacar a la joven, Mendoza ingirió veneno y se autoinfligió heridas.
Aunque fue trasladado al Hospital San Francisco de Asís, no logró sobrevivir. Este feminicidio se suma a la dolorosa lista de nueve mujeres asesinadas en Córdoba durante 2025, de los cuales al menos cinco casos, incluido el de Angie, podrían ser tipificados como feminicidio. La muerte del presunto agresor extingue la acción penal, dejando a la familia de la víctima sin la posibilidad de un proceso judicial que esclarezca completamente los móviles y responsabilidades. Las autoridades locales han reiterado el llamado a la ciudadanía para denunciar de manera oportuna cualquier situación de maltrato o violencia intrafamiliar, con el fin de prevenir tragedias como la ocurrida en Chupa Chupa. El caso resalta la urgencia de fortalecer las rutas de atención y protección para las mujeres en riesgo en una región donde la violencia de género sigue cobrando vidas.
En resumenEl feminicidio de Angie Polo, seguido por el suicidio de su agresor, es un crudo reflejo de la violencia de género que persiste en Córdoba. La tragedia evidencia la necesidad crítica de fortalecer los mecanismos de prevención y denuncia de la violencia intrafamiliar para evitar que más vidas se pierdan en circunstancias tan dolorosas y sin posibilidad de justicia plena.