La familia ha denunciado una presunta negligencia por parte de la agencia de viajes, asegurando que no se proporcionaron elementos de seguridad como chalecos salvavidas o arneses, y que la reacción de los guías fue insuficiente. Además, afirmaron que la empresa bloqueó la comunicación con ellos tras el incidente. La búsqueda, liderada por la Defensa Civil del Meta con apoyo de la comunidad local, culminó con el hallazgo del cuerpo el 9 de septiembre. La situación ha puesto de relieve la falta de regulación en el ecoturismo en la zona.

Parques Nacionales Naturales de Colombia emitió un comunicado advirtiendo que el sector de Caño Canoas "no cuenta con reglamentación" para actividades turísticas y que los operadores que allí trabajan no están formalmente registrados. La muerte de la joven, egresada de la Universidad Santo Tomás de Tunja, ha generado una profunda conmoción en Boyacá y ha motivado llamados desde el Congreso para que el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo revise las actuaciones de los operadores turísticos en la región.