Las circunstancias del crimen están rodeadas de versiones contradictorias que enfrentan a la comunidad con las autoridades militares. Por un lado, la Junta de Acción Comunal de la vereda Camelia Baja denunció que Monsalve fue víctima de una emboscada por parte de integrantes del Ejército Nacional en su propia residencia, y que su cuerpo fue posteriormente trasladado a Montería.
Esta acusación ha sido rechazada por la institución castrense. Por otro lado, la Séptima División del Ejército Nacional informó que la muerte de la lideresa ocurrió en medio de combates contra la subestructura ‘Luis Hernando Rozo Bertel’ del Clan del Golfo en la vereda El Ceibo. Según el comunicado oficial, el grupo armado utilizó a la población civil como “escudo humano”, atacando a las tropas desde viviendas del sector, lo que desencadenó el enfrentamiento.
En la operación, dos presuntos miembros del Clan del Golfo fueron abatidos y cuatro más capturados. La Defensoría del Pueblo ya había emitido la Alerta Temprana AT 004/20 para Ituango, advirtiendo sobre el alto riesgo para líderes y defensores de derechos humanos en una zona disputada por el Clan del Golfo y disidencias de las FARC. El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, reconoció la labor de los líderes sociales en un evento posterior, mientras la Fiscalía General de la Nación investiga para esclarecer la responsabilidad en la muerte de Monsalve.













