Sin embargo, la investigación tomó un giro al descubrirse que sus dispositivos electrónicos, como el celular y el computador, fueron hallados en mal estado, y su billetera no apareció.

La Fiscalía indaga la posibilidad de que le hubieran administrado escopolamina u otra sustancia.

Además, han surgido chats en los que Ávila denunciaba haber recibido amenazas, presuntamente de una expareja, lo que añade complejidad al caso.

Su muerte ha generado gran conmoción en los círculos políticos y diplomáticos del país, donde era reconocido por su compromiso humanista y con la paz.