El ELN se atribuyó la responsabilidad del atentado, que también dejó a otros dos uniformados heridos. El ataque ocurrió en la tarde del miércoles 3 de septiembre, cuando los uniformados, integrantes de la Seccional de Investigación Criminal (SIJIN), regresaban a la estación de Policía tras realizar diligencias en la morgue. A pocos metros del anillo de seguridad de la sede policial, fueron emboscados por hombres armados que abrieron fuego de manera indiscriminada.

El patrullero Pérez Bechara era oriundo del municipio de Canalete, Córdoba, y su muerte ha causado profundo dolor en su tierra natal. El director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, condenó el hecho y anunció una recompensa de hasta 200 millones de pesos por información que conduzca a la captura de los responsables. Horas después del atentado, el frente de guerra ‘Darío Ramírez Castro’ del ELN emitió un comunicado atribuyéndose la autoría del ataque, afirmando que fue ejecutado por una de sus unidades urbanas. Este suceso evidencia la crítica situación de orden público en Arauca, un departamento afectado por la violencia de grupos armados ilegales que disputan el control territorial.