Sin embargo, debido a la gravedad de sus lesiones, el subintendente Lucumí Caracas, de 34 años, fue remitido a un centro asistencial en Popayán, donde falleció en la noche del miércoles. El uniformado presentaba una herida en la región frontal causada por una esquirla, la cual comprometió fatalmente su estado de salud.

En el mismo hecho resultaron heridos otros dos policías, quienes permanecen bajo observación médica, así como tres civiles, incluyendo dos menores.

Este atentado se suma a una seguidilla de ataques contra la Fuerza Pública en el sur del Cauca, lo que mantiene en alerta a la población y a las autoridades. El uso de drones cargados con explosivos evidencia una escalada en las tácticas de los grupos armados ilegales que operan en la región, incrementando el riesgo tanto para los uniformados como para la población civil que queda en medio del conflicto.